Si les digo la palabra "desierto", les vendrá a la mente imágenes un tanto poéticas, seguramente se pondrán romanticones. Más de uno recordará el clásico "Lawrence de Arabia". Otros pensarán en el descampado que tienen detrás de su casa. A mí, a bote pronto, me viene la imagen de un puteado Clint Eastwood caminando por el desierto en "El bueno, el feo y el malo", o una de las mejores escenas de esa genial comedia llamada "Los tres amigos" (sí, me refiero a la de la cantimplora. Jajajaja). El caso es que, en cuanto a la idea de aparecer en uno de ellos, pues como que no nos mola ya. Ya no nos resulta tan romántico ¿verdad que no? Pues bien, gracias a ese gran blog llamado "Mira y Calla", les presento este magnífico camión para ir por esos lares polvorientos cual bota de texano. En esta galería se puede apreciar lo mucho que se sale. Vas por el desierto, tar cuar, pin pan, con tu refresquito en la nevera, suave, viendo "C.S.I.: Cuenca", así, a tu bola. Me imagino al típico padre americano desayunando tostadas y esas tortas que se comen, junto a sus dos hijos peinados en plan "juventud del PP", al tiempo que dice: "Hey, chicos ¿qué tal si cogemos el camión y nos cruzamos el desierto del Gobi?" "¡Bieeeeen!" Y se montan en el camión con la mami y el perro y se van de excursión. Y tan agusto.
"Remigia, me da que he atropellado un camello..."
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