Pesas 30 kilos más de tu peso ideal. Te sientes gordo, pesado. Te miras al espejo y niegas con la cabeza, frunciendo el ceño. Muévete, cojones. Levántate del sillón y ponte a dieta. Haz ejercicio. Saca voluntad de donde sea y márcate una meta. Que nada te haga retroceder. La lluvia no impedirá que salgas a hacer deporte, ningún dulce tentador va a desviarte de tus propósitos. Cuando uno no está del todo por la labor, cualquier tontería nos sirve de pretexto para no hacer el esfuerzo. Y tampoco es que se requiera de una voluntad de hierro, ni que te pegues palizas cada día. Lo importante es la constancia. Quieres verte bien, sano. Ponle remedio a una situación que te perjudica la salud. Suda la camisa y verás que pronto notarás como tu cuerpo te dará las gracias. Pensarás con más claridad, te cabrá el pantalón de fin de año del 2003, no te asfixiarás con tanta facilidad, te sentirás más buenorro, aumentará tu autoestima. Muévete, cojones.
jueves, 27 de diciembre de 2007
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