Hagan memoria, intenten encontrar alguna experiencia que les haya aterrado cuando eran pequeños infantes indefensos. No hace falta que sea algo tan escabroso como ver a un perrito ahogarse en un río, o presenciar un accidente mortal de moto. No, señor. No hace falta irse a extremos tales. Puede ser una simple película. "El Exorcista", "Hellraiser", "Pesadilla en Elm Street"... tienen cientos donde elegir. También puede ser algo de lo más banal, no sé, que nuestra abuela tenga una amiga de aspecto decrépito y que siempre se empeña, por todos los medios, de darnos un beso en las mejillas. No sé, cada uno tendrá su historia. Pero, sin lugar a dudas, ninguna podrá ser tan inquietante como la del bebé de la foto que les muestro. Acojonante. Se trata de una página web que vende cadáveres de pega, cuerpos descompuestos de plástico. El caso es que (no sé a qué mente retorcida pudo ocurrírsele...) para una de sus galerías de fotos de muestra, decidieron poner a un bebé en los brazos de uno de estos cuerpos putrefactos. Jo-der. Y se quedan tan panchos. No sé, pero es posible que hayan marcado la vida de ese pobre angelito. Vale que es muy pequeño y es posible que no se acuerde de nada... pero, claro, si el negocio tiene éxito, a lo mejor acaba apareciendo en más fotografías de tipo necrófilo. Un book grotesco. En fin, tienen ante ustedes a un psicópata en ciernes.
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