Raúl Cimas es uno de los putos amos de los monólogos. Es así. No hay más vuelta de hoja. Me he partido de risa cuando dijo que era Judas, cuando nos contó sus vivencias en un piso de estudiantes, así como cuando contó la película de terror que vio con su novia. Pero, sin lugar a dudas, se convirtió en un referente con su monologazo primero. Entra AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ y pártete el culo. “¡Me voy a montar una armada que se va a cagar la perra!” “Colón, tío...” Lo de la abuela-guarda jurado es brutal.
Tony Moog es un crack. Verlo actuar es risa asegurada. Esa actitud vacilona, con sus brazos tatuados, su mirada alicaída... Pincha AQUÍ y AQUÍ y ve uno de sus mejores monólogos, el primero, en el que presentó al resto del mundo a sus dos colegas, el Choni y el Friki. “¡Qué pun, qué pan!” “¡Farlopa pa la tropa!” “El venao, el venao...”
Goyo Jiménez nos cuenta muchas de las diferencias existentes entre los americanos y los españoles. Un tema que da mucho juego y que otros cómicos han tratado en sus monólogos. Pero Goyo parece que lo exprime al máximo. Carcajadas aseguradas en un pedazo de recital digno de ser enmarcado. Pincha AQUÍ, luego AQUÍ y finalmente AQUÍ. “¡Alerta de fusión!” “Aprisa, chicos, se hace tarde. Vamos, Mike. Corre, Joe. Arriba, pequeño Timy.”
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