miércoles, 20 de febrero de 2008

Peliculón: Los amantes del Pont Neuf


Maravillosa. Impresionante. Sublime. Profunda. Enternecedora. “Los amantes del Pont Neuf” es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas que he visto en mi vida. Y he visto muchas. Es difícil describir las sensaciones que produce esta película. La labor de su director, Leos Carax, es casi milagrosa: contarnos una historia de amor magnífica en un entorno grotesco, dramático, sucio, cruel... Es Increíble. Me quito el sombrero, señores, me lo quito. Vean AQUÍ el trailer. Es curioso que un fantástico director de cine me haya dado a conocer a otro. Leyendo una entrevista que le hicieron al genial Kim Ki-Duk, uno de los directores predilectos, comentaba que, en su estancia en Francia, antes de regresar a Corea para convertirse en el interesante cineasta que es hoy en día, vio unas cuantas películas que le gustaron mucho: “El amante” de Jean-Jacques Annaud, “El silencio de los corderos” de Jonathan Demme y “Los amantes de Pont Neuf”, de Leos Carax. Bueno, de hecho, ésta última es la primera que nombra. Y, es normal, estamos hablando de un peliculón como la copa de un pino (o de dos, de tres, de cuatro...). Está plagada de escenas grandiosas, sobre la que destaco la noche de los fuegos artificiales; ese momento de la historia, que supone un punto de inflexión para nuestros protagonistas, es maravillosa y muy espectacular.

En ella nos encontramos dos interpretaciones fabulosas, destacando sobre todo a la siempre fantástica Juliette Binoche, que crea un personaje tierno, enigmático, repleto de matices... A este actriz francesa siempre suelo relacionarla a “Azul”, esa obra maestra de Kiewsloski. Pues bien, ahora también la voy a recordar por esta maravilla del celuloide. Aplaudo a esta mujer, no sólo por ser una gran actriz, no sólo por su innegable belleza, sino también por tener un ojo especial para elegir sus proyectos. A estos dos casos, se les puede añadir la inquietante “Cache” de Michael Haneke, “Herida”, de Louis Malle, la genial (aunque, obviamente, un tanto irregular) “Paris Je T´aime”, “El paciente inglés” de Anthony Minghella, o incluso “Chocolat”, una comedia romántica superior a la media. Su compañero en “Los amantes del Pont Neuf” es Denis Lavant, actor que no conocía y que, por lo que se ve, ha participado en películas como “Un largo domingo de noviazgo” o (e aquí el guiño del director coreano) en “Wild animals” de Kim Ki-Duk. Se ve que quiso rendir homenaje a esta película francesa. Además, se nota mucho que influyó en él, ya que contiene una historia de amor atípica, con toques trágicos, así como poéticos, algo que se suele repetir mucho en sus películas. Sólo hay que ver “Bad guy”, “Time”, “Hierro-3”... Pinceladas de “Los amantes de Pont Neuf” se pueden ver a lo largo de toda su filmografía. No sé si también será otro guiño, pero en esta película, cerca del puente, se puede leer un cartel que pone “Samaritaine”. Una de las desgarradoras y seductoras obras de Kim-Ki Duk se llama “Samiritan girl”... No sé hasta que punto es casualidad, u homenaje.

¿El argumento? Leos Carax nos cuenta la historia de amor entre dos mendigos parisinos. El Pont Neuf del título es el Puente Nuevo de París (en algunos lugares encontré el título de "Los amantes del Puente Nuevo", pero la gran mayoría utilizan "Los amantes del Pont Neuf"), escenario en el que ocurre gran parte de la historia. Y cuando digo mendigos, me refiero a mendigos. No a actores con algunos harapos y algo despeinados. No. Carax nos muestra la “vida” que estas personas llevan, contando con planos bastante grotescos de personas que, no me extrañaría, fuesen mendigos en la vida real. Tiene mucho mérito que ni la deliciosa belleza de Binoche contraste con este sub-mundo, estando perfectamente integrada. Cuando la veo en esta película, no recuerdo que es una glamurosa actriz francesa, sino una desdichada mujer sin techo tuerta. Y ya no digamos Denis Lavant, que parece que en la vida real era un mendigo escogido como actor espontáneo.

Como anotaciones-frikada, destacar la escena en el barco, que parece a un guiño a “Titanic” (chirria un poco, sobre todo por la música de fondo, pero, bueno, se le perdona todo), así como el jersey amarillo y negro de Binoche que, junto a su parche blanco en el ojo, parece un homenaje a “Kill Bill”. Sólo que “Los amantes de Pont Neuf” es una película de 1991, es decir, realizada seis años antes de la peli de Cameron, y doce años antes de la de Tarantino.

No comprendo lo desconocida que es “Los amantes de Pont Neuf”, debería de ser un referente cinematográfico. Tienen que ver esta película. Para los fans de Kim Ki-Duk, para los apasionados del cine, para los que disfrutan con una buena historia de amor... Bueno, es, en realidad, una película de obligatorio visionado para todo ser vivo con un mínimo de sensibilidad. Una obra maestra redonda.


¡Peliculón!

4 comentarios:

marichuy dijo...

Creerás que no la he visto? Y mira que adoro el cine, me gusta mucho el cine francés y adoro a la Binoche, pero siempre me he abstenido porque temía que fuera un dramón, harto lacrimógeno.

Intentaré conseguirla acá en México

Me gustó tu reseña: apasionada y muy completa, como deben ser las reseñas fílmicas.

Saludos

marichuy dijo...

Adendum demi anterior

Oye me asustas, no la compares con "Titanic" (además por las fechas no creo, "Titanic" es como de 1997, si no me equivoco).

Ah y odio "Tutanic"

Anónimo dijo...

ME LA RECOMENDARON PERO AUN NO LA CONSIGO Y AHORA CON ESTOS COMENTARIOS QUE VE TENGO QUE VERLA

Anónimo dijo...

Yo la vi hace algunos años y me encanto, es maravillosa y te cuenta una historia simple pero conmovedora y le da toques muy especiales que te hace que las escenas no las olvides. es genial esta pelicula y te conmueve muchisimo sin ser tragica.