viernes, 23 de noviembre de 2007

Amante de castillos

Soy un amante de los castillos, no lo puedo negar. Esa actitud de coloso solemne, esos muros de piedra que esconden secretos mediavales, esa atmósfera de romanticismo tenebroso que los suele envolver (unos se inclinan más al romanticismo, otros a lo siniestro, no obstante en ambos casos resultan magníficos), esa historia particular que los respalda... Por fortuna tengo amigos con los que comparto tal pasión; Génesis siempre ha deseado pegarse un tour fotográfico por el Valle de Loira, Arón por su parte tiene un cuadro del Chenonceau en el salón de su casa, y en su tercer inter-rail pudo ver el magnífico Castillo del Rey Loco (vaya suerte que tienen algunos...).

Hace un tiempo leí que Enya se compró un castillo. No es la única celebridad/artista que se pega tal lujazo, algo que me parecía hasta surrealista. No obstante parece ser que no es algo tan inalcanzable como pensaba, puesto que hay páginas donde puedes alquilar un castillo durante unas semanas. En otra página tienes la posibilidad de emular a la fantástica cantante irlandesa y, directamente, comprarte uno. Con un par. Les animo a que vean los precios de algunos... Acojonante. Me pregunto si en el precio incluirá el fantasma de sábana blanca o el sirviente jorobado.

Eso me hace pensar... Cuando sea multimillonario y me compre un castillo ¿de qué color pondré las cortinas? ¿desentonaría mucho una parabólica en el tejado? ¿cerraré un ala del castillo y la mostraré a turistas a cambio de suculentas cantidades de eurazos? ¿me moriré de miedo cuando haya un corte de luz mientras me esté duchando? ¿llegará el repartidor de pizzas a la tenebrosa colina donde viviré?

Por lo pronto les dejo con estas magníficas fotos de castillos del mundo y reivindico el gran atractivo del castillo de Eltz y el de Mespelbrunn, lugares que espero poder visitar tan pronto como sea posible.

No hay comentarios: