jueves, 27 de diciembre de 2007

Carátulas de Reggaeton: Don Omar, Parte 2

Como ya les mencioné en el anterior artículo, Don Omar, el señor Don Omar para ustedes, se logra superar con cada nueva carátula ¿La música? Bueno, supongo que cada vez será más eficaz a la hora de pudrir tímpanos y desgastar paladares musicales. Pero no viene al caso. A nosotros lo que nos importa es su arte ¿caraturil? ¿Se dirá así? Da igual. Vayamos, sin más preámbulos, a la que me parece una de las mejores carátulas de discos de todos los tiempos: "King of kings". Sin duda, una obra maestra en todo su esplendor. Observen bien dicha imagen. Tomen oxígeno, porque hay que apreciarla en toda su esencia, sin perderse ningún detalle.

Analicemos la idea. Un disco de reggaeton, ritmos latinos ¿Qué pega más? ¿Una mujer mulata moviendo el culo sobre una pista de baile? ¿O un caballero templario? Pues la segunda opción, evidentemente. Esa fue la conclusión a la que llegó el responsable de este diseño. Yo, personalmente, creo que fue el mismo Don Omar. Se le ve orgulloso en su armadura y portando su espada. "Ay, Excalibur, soy tu papito". Si es que todo está pensado al milímetro. Ahora vayamos a lo que es el concepto. Un caballero de la Real Orden del Perreo ha devastado la ciudad: más claro imposible. Es una clara metáfora de las nefastas consecuencias de la llegada del reggeaton al (desolado) panorama musical. El que, en su primer disco, se encontraba de bajona por ser el último don, se erige ahora como el king de los kings. Un rey que predica con el movimiento de cadera y los ritmos de irremediable calco. Pun, chi pun chi, Pun, chi pun chi, Pun. Atención a la mirada del tipo "Es lo que hay, mi amol" que porta nuestro estimado Don. Es de valorar tal hazaña, el romper por completo con la estética reggeatonera. No obstante, y sin ánimos de asegurar nada, podríamos considerar la posibilidad de que Don Omar contratase, por error, a un diseñador acostumbrado a trabajar con grupos de death-metal. Que también pudo ser eso. Me imagino a Don Omar hablando con el móvil desde su jacuzzi, acompañado de dos lobas que tontean entre sí (casualmente dos cantantes con las que colabora), mientras le cuenta al diseñador su idea: "Quiero rompel con todo ¿meoiste?" Y el diseñador, que se considera un flipado de Tolkien (o un nostálgico de "Dragones y mazmorras"), creó esta pedazo de carátula.
Don, eres grande.

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