
No hablemos ya del uso del color, de la fotografía tan agradable. Me sorprendió, he de decir, puesto que, llevándome por los tópicos, pensé que una película ubicada en Finlandia debía de ser bastante triste, visualmente hablando. Me imaginaba planos fríos, muchas tonalidades de blanco, azul, gris... No obstante, y por suerte, "Nubes pasajeras" es una película con mucho color. Y su banda sonora... magnífica. Kaurismäki sabe perfectamente en qué momento conmovernos con una melodía deliciosa y la mirada triste y perdida de uno de los dos personajes principales. Por cierto, eso me recuerda a que el portero del restaurante "Dubrovnik", compañero de trabajo de la protagonista, es el mismo actor que podemos encontrar en el taxi de Helsinki en la maravillosa "Noche en la Tierra".
¿El argumento? Muy sencillo. La historia de un hombre y una mujer, una pareja más en el engranaje social de clase media, que ve como ambos pierden sus respectivos trabajo. De la mano de Kaurismäki podemos ver como intentan salir del paso en una época difícil. Este director logra que, a pesar de ver una historia dramática, sonriamos, o soltemos más de una carcajada, en varios momentos del metraje. Porque es grandioso ver como, a pesar de todas las adversidades, se puede ver la vida con humor.
Una joya. No se la pierdan.
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