lunes, 10 de diciembre de 2007

Peliculón: El bebé de Mâcon

Esta película hay que verla para creerla. El señor Peter Greenaway, director que me recuerda bastante a Jodorowsky, quizas no tan desatado como el genio chileno, nos ofrece una obra difícil de digerir para el espectador de a pie. Es más, incluso para el cinéfilo más entregado, esta película puede resultar más que chocante ¿Un adjetivo para definirla? Grotesca. Es el primero que me viene a la mente. Hablamos de una historia un tanto retorcida, ya no sólo por su planteamiento, sino por cómo se desarrolla, llegando a dejarnos con la boca abierta en más de una ocasión. ¿A qué cabezas visibles vemos inmersos en este tornado teatral? A Julia Ormond y Ralph Fiennes, que mantienen un tira y afloja bastante curioso y que, una vez más en esta cinta, nos dejará helados en el asiento con cierta escena.

1993, año en el que esta película comenzaría a labrarse su condición de cinta de culto. Y no porque la haya conocido como tal, sino porque tiene todas las papeletas para entrar en esta interesante categoría (Vamos, que no la conoce ni su puta madre y es rara de cojones). Greenaway, lejos de conformarse con haber dado a luz esa deliciosa (nunca mejor dicho) bizarrada llamada "El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante", vuelve a romper esquemas con este relato del que se puede sacar un sin fín de lecturas.

El personaje que introduce la historia ya nos da a entender por dónde iran los tiros (a más de uno les sacará de quicio). ¿El argumento? Bueno, como siempre digo, es interesante no saber más de lo debido. La premisa es la siguiente: en el pueblo de Mâcon, en el siglo XVII, azotado por una epidemia esteril, ocurre un milagro, una mujer vieja y horrenda da a luz un bebé hermoso.

Uno de los puntos más interesantes de esta película es que incluso en su narrativa puede llegar a chocar, ya que no sabes en qué momento estás presenciando una obra de teatro, y en qué momento se habla de la historia intrínseca de la película, llegando a desorientar intencionadamente. El punto de partida puede recordar vagamente a esa incomprendida obra maestra llamada "Hijos de los hombres", no obstante, créanme, nunca han visto una película como "El bebé de Mâcon". Y si la han visto, es porque también está dirigida por Greenaway.

Bizarra como ella sola, con escenas violentas que pueden desprender una belleza sin igual. Me recuerda, en esto último, a la magnífica "Léolo" (que ya comentaré en esta sección), en el sentido de que sabe mostrarno algo grotesco de una forma hermosa. No todo el mundo consigue algo así, señores.

Toda una experiencia cinematográfica. Me encanta.


1 comentario:

Bryto dijo...

Esta aun la tengo pendiente, a ver si me la bajo algun dia, o k algunos d mis colegas me la pasen, k stoy convencido k ellos la tendran;). He oido hablar d esa peli hace tiempo y me entraron ganas d verla, pero x un lado tb me sentia un poco inseguro ya K habia visto escenas de la peli k me dejaron los pelos d punta.

La unica k he visto d Greenaway fue la 1º parte d la trilogia d LAS MALETAS DE TULSE LUPER, una locura audiovisual (a ratos provocativa)k no habia x donde pillarla,hasta me senti agobiado y stuve a punto d kitarla a mitad; llenos d mosaicos,imagenes retorcidas y exceso d creatividad visual. En fin k con ver solo una peli d este hombre ya sabes algo d su estilo (o como decian algunos criticos "sus peliculas son algo mas k CINE"). Me gustaria ver el resto d su filmografia como EL CONTRATO DEL DIBUJANTE,THE PILLOW BOOK, EL COCINERO EL LADRON...

P.D: X cierto el titulo en castellano es EL NIÑO DE MÂCON