sábado, 29 de diciembre de 2007

Inter-rail 04-06-07: Sagrado bocadillo de sardinas

Arón nos cuenta:

"Siempre que pienso en la Torre Eiffel, entre muchos flashbacks grandiosos que irrumpen de golpe en mi mente, aparece un regusto a bocadillos y pan mojado por su aceite. Si pienso en Amsterdam y sus canales, también suele instalarse ese recuerdo de sabor en mis labios. Cosa que ya no me pasa tanto al pensar en Praga o en Croacia ¿A qué se debe? Pues muy sencillo. Hay diferencias bastante considerables entre los países de Europa occidental y los de Europa oriental. El nivel económico de Francia, Holanda, Alemania... es mucho más alto que el de Hungría, República Checa y Polonia. Es por ello que, entre otras cosas, lo de ir a comer a restaurantes en la parte occidental sea una idea poco aceptada."



"Recordemos cuál es la filosofía del inter-rail: viajar cuanto más sea posible y gastando lo mínimo. Ante tal lema, los restaurantes franceses o italianos son casi una anécdota. En cambio, en Cracovia sí que puedes ir unas cuantas veces a comer en uno, como también puedes a orillas del lago Balaton, o en Split... Por lo que todas las veces que hemos estado en París o Amsterdam, hemos solido echar mano de supermercados. En ellos solemos comprar por la mañana lo que será nuestro desayuno y algo para el almuerzo, y por la tarde-noche, lo que será nuestra cena, generalmente en el albergue."

"Y ahí es donde aparece el plato estrella: el bocadillo de sardinas. Una lata de sardinas, ya puede ser al tomate, al limón o simplemente con aceite (generalmente difícil de abrir, mecachis), un pan y mucha hambre, es lo único que se necesita para preparar tal delicia. Ya han sido unas cuantas veces cuando he abierto una lata de sardinas en un parque parisino, o admirando alguna ciudad italiana. Es un pilar fundamental en la dieta del mochilero, y todo un placer."


Pan + sardinas: explosión de placer en el paladar de todo mochilero barbudo que se precie.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Pasión para estas Navidades

Desde este humilde (y grandioso) blog, les deseo a todos una Navidad repleta de pasión. Porque nos falta mucho de eso. Pasión transparente y sana, me refiero, porque de la otra (cornamentos varios, al viejo estilo reno, escapadas al club de alterne decorado con luces rojas, etc...) ya hay más que suficiente. Estoy seguro de que más de un problema de este mundo se resolvería con buenas dosis de sexo y amor. Eso está claro. En la Nochebuena no, espero que hayan sido buenos, que es una noche familiar y tampoco es cuestión de escandalizar a las abuelas. Pero en el 31 de diciembre que se aproxima, les deseo mucho desenfreno del natural, el otro desenfreno (meterse todo un catálogo de mierdas en polvo o líquido en el cuerpo) déjenlo para los gilipollas sin personalidad.


"Este año has sido mala, muy mala... pero no te pienso dar carbón precisamente, habrá que pensar en otra cosa, Amber..."

Muévete, cojones: deja a ese cerdo


Tienes un novio ¿cómo decirlo? un tanto cabronazo. No te respeta. Te machaca delante de tus amigos cuando cometes un error, te subestima. Piensa que, simplemente, le perteneces, como si fueses un Ipod o un libro en su estantería. Tu existendia, según él, debe de girar en torno a su persona. Muévete, cojones. Manda a ese impresentable a freir espárragos. Que nada te frene ¿Vas a esperar a que vaya a peor? El oceano está lleno de peces hermosos ¿y te resignas a vivir con la escoria abisal? Lo bien que te lleves con su familia no es excusa para ser su víctima tanto tiempo. Y sí, es fácil. No me vengas con excusas. Irse por las ramas no te hará encontrar una salida a tu relación enferma. Los capullos son capullos de día y de noche. Haz recuento de las veces que te ha acariciado y las veces que te ha hecho llorar. ¿Te das cuenta? No compensa, te mereces algo mejor. Mándalo a tomar por culo ya. Y sin miramientos. Por muchos años que hayas compartido, nada justifica ese masoquismo al que te estás exponiendo de forma gratuita. Corta por lo sano de una vez por todas. Deja a ese cerdo.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Peliculón: Amanece, que no es poco


José Luis Cuerda, famoso, entre otras cosas, por ser el padrino de uno de los niños prodigio del cine español, Alejandro Amenábar, escribió uno de los guiones más surrealistas que ha existido en la Historia del Cine, y se marcó esta obra maestra de la comedia. Estamos hablando de una película que hay que ubicarla en 1988, momento en el que aún era digno llevar hombreras, y que recoge una plantilla de actores habituales del cine y televisión en castellano. "Coño, el de "Los ladrones van a la oficina" ¡Qué tiempos!" dirás cuando veas a uno. "Hostia, el profesor pureta de "Compañeros" pero sin bigote, joder" dirás cuando veas a otro. Y así. Entre los más famosos destacan Antonio Resines, el señor P. Tinto, El Comisario luciendo cuello o Gabino Diego. (¿Y dónde estaba Jorge Sanz en ese momento?).

Esta película es una oda al humor surrealista, repleta de diálogos hilarantes, situaciones delirantes, personajes locos, escenas absurdas... Una maravilla. Cuerda consigue que entremos en ese pueblo como si fuésemos un turista más o un aldeano curioso, observando el día a día de todos estos magníficos personajes. El negro que camina en zig zag, el alcalde que habla con sus compatriotas tras ahorcarse, la mujer que da a luz dos niños cada vez que tiene un coito, el médico que se alegra de lo bien que se está muriendo su paciente:

"¡Se te está muriendo divinamente, te lo juro! Tenía ganas de que vinieras para poder decírtelo. Puedes estar orgulloso, ¡de verdad!, de los años que llevo de médico nunca había visto a nadie morirse tan bien como se está muriendo tu padre. Qué irse, qué apagarse, con qué parsimonia. Estoy disfrutando que no te lo puedes ni imaginar..."

"Amanece, que no es poco" es una de estas películas que podrías ver una y otra vez, nombrando los diálogos de memoria con los colegas y echándote a reir cada vez que recuerdas alguna de sus fantásticas escenas. Nada tiene que envidiar a los geniales Monty Python. Una pena que en el cine español no abunden más "idas de bola" de esta categoría. Seguro que Joaquín Reyes y los suyos deben de haberla visto en numerosas ocasiones, se nota mucho su herencia.

¿El argumento? Bueno, eso es lo de menos. Se podría decir que es una sucesión de situaciones surrealistas, al estilo sketch, pero conectadas a modo de subtramas que se desarrollan con el único objetivo de hacernos estallar en carcajadas. Uno de los grandes méritos de esta película es que logra entretener durante 110 minutos. Tarea harto difícil ya que explotando ese estilo de humor, es muy fácil hartar al espectador. Hay que saber encontrarle el equilibrio a lo absurdo para que resulte interesante y desternillante en todo momento.

Toda una proeza, señores.

Ciber-catequesis

En esta página, de nombre tan sugerente y evocador, me encuentro con cursos bíblicos por internet. Eso me hace reflexionar. Osea, que no quieren que ni siquiera nuestros descendientes logren escapar de ese doloroso proceso de aburrimiento extremo llamado... ¡CATEQUESIS! (sonido de truenos). Cursos de formación pastoral... manda cojones ¿Cómo serán? ¿Te mandarán el Credo en archivo adjunto? ¿te pondrán un link para el youtube en el que escucharás "Yo tengo un amigo que me aaaama, me aaaama, me aaaaamaaaa, su nombre es Jesús"? ¿Te agregarán en una especie de myspace cristiano: Mychurch? En fin, que se están modernizando estos curas. Lo que no llegan a entender es que no se trata de modernizarse en cuanto a técnicas, sino a contenido. Y todo para que luego te saquen la foto más ridícula que vas a tener en toda tu vida, te den de comer un munchito soso y poco más. Bueno, realmente, ahora que pienso, no es todo tan negativo; al fin de cuentas, nunca en mi vida he recibido tantos regalos como en mi comunión. Eso sí, nada recompensa tener que ir vestido de una bochornosa mezcla de Joselito y Popeye.



"Mira que reloj más molón me ha regalao mi tío el alcohólico"

Muévete, cojones: haz deporte


Pesas 30 kilos más de tu peso ideal. Te sientes gordo, pesado. Te miras al espejo y niegas con la cabeza, frunciendo el ceño. Muévete, cojones. Levántate del sillón y ponte a dieta. Haz ejercicio. Saca voluntad de donde sea y márcate una meta. Que nada te haga retroceder. La lluvia no impedirá que salgas a hacer deporte, ningún dulce tentador va a desviarte de tus propósitos. Cuando uno no está del todo por la labor, cualquier tontería nos sirve de pretexto para no hacer el esfuerzo. Y tampoco es que se requiera de una voluntad de hierro, ni que te pegues palizas cada día. Lo importante es la constancia. Quieres verte bien, sano. Ponle remedio a una situación que te perjudica la salud. Suda la camisa y verás que pronto notarás como tu cuerpo te dará las gracias. Pensarás con más claridad, te cabrá el pantalón de fin de año del 2003, no te asfixiarás con tanta facilidad, te sentirás más buenorro, aumentará tu autoestima. Muévete, cojones.

Carátulas de Reggaeton: Don Omar, Parte 2

Como ya les mencioné en el anterior artículo, Don Omar, el señor Don Omar para ustedes, se logra superar con cada nueva carátula ¿La música? Bueno, supongo que cada vez será más eficaz a la hora de pudrir tímpanos y desgastar paladares musicales. Pero no viene al caso. A nosotros lo que nos importa es su arte ¿caraturil? ¿Se dirá así? Da igual. Vayamos, sin más preámbulos, a la que me parece una de las mejores carátulas de discos de todos los tiempos: "King of kings". Sin duda, una obra maestra en todo su esplendor. Observen bien dicha imagen. Tomen oxígeno, porque hay que apreciarla en toda su esencia, sin perderse ningún detalle.

Analicemos la idea. Un disco de reggaeton, ritmos latinos ¿Qué pega más? ¿Una mujer mulata moviendo el culo sobre una pista de baile? ¿O un caballero templario? Pues la segunda opción, evidentemente. Esa fue la conclusión a la que llegó el responsable de este diseño. Yo, personalmente, creo que fue el mismo Don Omar. Se le ve orgulloso en su armadura y portando su espada. "Ay, Excalibur, soy tu papito". Si es que todo está pensado al milímetro. Ahora vayamos a lo que es el concepto. Un caballero de la Real Orden del Perreo ha devastado la ciudad: más claro imposible. Es una clara metáfora de las nefastas consecuencias de la llegada del reggeaton al (desolado) panorama musical. El que, en su primer disco, se encontraba de bajona por ser el último don, se erige ahora como el king de los kings. Un rey que predica con el movimiento de cadera y los ritmos de irremediable calco. Pun, chi pun chi, Pun, chi pun chi, Pun. Atención a la mirada del tipo "Es lo que hay, mi amol" que porta nuestro estimado Don. Es de valorar tal hazaña, el romper por completo con la estética reggeatonera. No obstante, y sin ánimos de asegurar nada, podríamos considerar la posibilidad de que Don Omar contratase, por error, a un diseñador acostumbrado a trabajar con grupos de death-metal. Que también pudo ser eso. Me imagino a Don Omar hablando con el móvil desde su jacuzzi, acompañado de dos lobas que tontean entre sí (casualmente dos cantantes con las que colabora), mientras le cuenta al diseñador su idea: "Quiero rompel con todo ¿meoiste?" Y el diseñador, que se considera un flipado de Tolkien (o un nostálgico de "Dragones y mazmorras"), creó esta pedazo de carátula.
Don, eres grande.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Trauma de plástico

Hagan memoria, intenten encontrar alguna experiencia que les haya aterrado cuando eran pequeños infantes indefensos. No hace falta que sea algo tan escabroso como ver a un perrito ahogarse en un río, o presenciar un accidente mortal de moto. No, señor. No hace falta irse a extremos tales. Puede ser una simple película. "El Exorcista", "Hellraiser", "Pesadilla en Elm Street"... tienen cientos donde elegir. También puede ser algo de lo más banal, no sé, que nuestra abuela tenga una amiga de aspecto decrépito y que siempre se empeña, por todos los medios, de darnos un beso en las mejillas. No sé, cada uno tendrá su historia. Pero, sin lugar a dudas, ninguna podrá ser tan inquietante como la del bebé de la foto que les muestro. Acojonante. Se trata de una página web que vende cadáveres de pega, cuerpos descompuestos de plástico. El caso es que (no sé a qué mente retorcida pudo ocurrírsele...) para una de sus galerías de fotos de muestra, decidieron poner a un bebé en los brazos de uno de estos cuerpos putrefactos. Jo-der. Y se quedan tan panchos. No sé, pero es posible que hayan marcado la vida de ese pobre angelito. Vale que es muy pequeño y es posible que no se acuerde de nada... pero, claro, si el negocio tiene éxito, a lo mejor acaba apareciendo en más fotografías de tipo necrófilo. Un book grotesco. En fin, tienen ante ustedes a un psicópata en ciernes.

Nubes de lágrima difícil

Estaban allí arriba, amontonadas, interrumpiendo cualquier rayo solar. Era uno de estos días asquerosos que no les gusta ni a los amantes de la lluvia, ni a los que tienen complejo de girasol. Grises, distantes, nubes observando, con su esponjoso complejo de superioridad, cualquier movimiento que ocurriese bajo sus miradas gélidas. No lloraban. No terminaban de romper a llover, se tragaban aquella agua bendita.

Así se podía decir que estaba yo.

Las miraba con cierta complicidad, sentado en las escaleras del portal. Allí vivía Casandra. Bueno, no exactamente; allí vivía sus tíos. Como sus padres no vivían en Arrecife, ella, a menudo, pasaba la noche en ese edificio de la capital. Horas antes la había visto entrar, con esa detestable amiga... ¿cómo se llamaba?... ¿Ráquel? ¿Rebeca? Empezaba por "r"... creo... Bah. Da igual.

Era difícil describir lo desolado que me encontraba. Fue uno de esos días de tránsito, trayecto trágico entre la ruptura de nuestra relación, la asimilación lenta del desquebrajamiento emocional, y la depresión profunda y espesa. Estuve un buen rato sentado en aquellos escalones fríos, pensando en si tocar o no en el portero ¿Qué podría decirle?

- Perdone ¿está Casandra? Es que me da que se ha dejado perdido un sable... concretamente clavado en mi corazón.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Peliculón: Nubes pasajeras

Es sumamente gratificante el poder descubrir el cine finlandés, en concreto el cine de uno de sus máximos exponentes, el señor Aki Kaurismäki. Mis sospechas eran ciertas, desde un principio esta conmovedora pareja de perdedores sociales logró engancharme a esta historia sencilla en cuanto a narrativa, pero compleja en su significado. Porque es ahí uno de los aciertos de la película (según he leído, es, también, marca de fábrica del director), que con tan pocos elementos y, a pesar de, a simple vista, mostrarse como una película muy simple, posee una complejidad mayor de la que se puede ver. Desde que te zambulles en la vida de esta pareja (acto poco difícil, puesto que, ya seas de Helsinki o de Cuenca, todos sabemos lo importante que es el trabajo y lo frustrante que es verte, de la noche a la mañana, de patitas en la calle), lográs alegrarte con sus triunfos, fruncir el ceño con los inconvenientes que ellos se encuentran... Digamos que es un cine que logra trasmitir mucho, a pesar de las reacciones de los personajes. No sé si es cuestión del carácter de los finlandeses, o si es cuestión del director y su universo personal, pero me ha encantado ver que, con una sonrisa congelada, la protagonista logra trasmitir su desencanto, su resignación...

No hablemos ya del uso del color, de la fotografía tan agradable. Me sorprendió, he de decir, puesto que, llevándome por los tópicos, pensé que una película ubicada en Finlandia debía de ser bastante triste, visualmente hablando. Me imaginaba planos fríos, muchas tonalidades de blanco, azul, gris... No obstante, y por suerte, "Nubes pasajeras" es una película con mucho color. Y su banda sonora... magnífica. Kaurismäki sabe perfectamente en qué momento conmovernos con una melodía deliciosa y la mirada triste y perdida de uno de los dos personajes principales. Por cierto, eso me recuerda a que el portero del restaurante "Dubrovnik", compañero de trabajo de la protagonista, es el mismo actor que podemos encontrar en el taxi de Helsinki en la maravillosa "Noche en la Tierra".

¿El argumento? Muy sencillo. La historia de un hombre y una mujer, una pareja más en el engranaje social de clase media, que ve como ambos pierden sus respectivos trabajo. De la mano de Kaurismäki podemos ver como intentan salir del paso en una época difícil. Este director logra que, a pesar de ver una historia dramática, sonriamos, o soltemos más de una carcajada, en varios momentos del metraje. Porque es grandioso ver como, a pesar de todas las adversidades, se puede ver la vida con humor.

Una joya. No se la pierdan.


miércoles, 19 de diciembre de 2007

Caricaturas cinéfilas


Blake Loosli tiene un excelente gusto para el cine y las series de televisión. Sólo hay que ver la galería de ilustraciones que tiene, haciendo referencia a peliculones varios como "El Gran Lebowski", "Los Tenenbaums", "Con la muerte en los talones", "Punch-drunk love"... Pero sobre todo me ha sorprendido las dos ilustraciones sobre "Arrested Development", en especial la segunda, en la que vemos a una Lucille Bluth perfectamente dibujada ¡Qué pasada! Por cierto, aprovecho ahora para recomendar ese puntazo de serie. Los guiones de "Arrested Development" deben de exponerse en galerías de arte. Ya hablaré con más detenimiento de por qué Tobias Fünke me parece uno de los personajes más desternillantes que he tenido el placer de ver. Sólo con recordar cada una de sus expresiones faciales, sus frases, sus reacciones... es que me caigo de la silla de la risa.


"Pibe, una limosnita hay..."

martes, 18 de diciembre de 2007

Bidones en la Sala Teatro, Parte 4 de 6

Llegamos al Cine Atlántida a unos quince minutos antes de que diera comienzo la sesión de las 6 de la tarde. Como teníamos un poco de margen, compramos la entrada, justo después de esquivar a un extraño hombre de pesado abrigo y sombrero negro, y nos fuimos a sentar en el muro que bordeaba la periferia de El Charco.

- Bien, la idea es sencilla. Entramos, lo buscamos y tratamos de convencerlo.

- Génesis ¿crees que es tan fácil?- Dije yo, con bastante pesimismo.- Según nos dijo Angélica, ese hombre ha podido estar ahí unos seis o siete meses.

- Y si ella no ha podido hacerle entrar en razón ¿crees que lo vamos a lograr nosotros?- Comentó Bruno.

- Bueno, bueno, vamos a ver. Ya vieron a esa pobre chica, me siento responsable...

- ¿Responsable? No exageremos. El que hayas chateado durante un mes con ella no te hace ser su ángel de la guarda.- Le recordé.

- Ya, lo sé, pero es que la semana pasada me compré unos cuantos libros de fotografía bastante caros y me quiero redimir con esa obra de buena samaritana.

- Vaya, me alegra ver que se bajó el telón.

- Ojo, eso no quita que quiera ayudarla.

- Ya veo...

Subimos las escaleras del hall, el "señor del cine" nos rompió las entradas que le mostramos y accedimos, de inmediato, a la Sala Teatro. Aún faltaba unos dos minutos para que el vaivén de trailers "destripapelículas" diera comienzo. Mucha gente iba entrando y acomodándose en las butacas. Para el que no lo sepa, la Sala Teatro es la sala principal de los Multicines Atlántida. Es la única que posee dos pisos (aunque el segundo se ha dejado de usar desde tiempos inmemoriales) y que puede también usarse como teatro, para los recientemente desaparecidos "Lanzarote Screenings" o escenario para mítines políticos de corte sectario.

Nosotros pasamos a sentarnos en una fila de butacas que se encontraban más próximas a las escaleras que dan al segundo piso. La música casposa de versiones españolas de "Grease" cesó, las luces se apagaron y, sin previo aviso, apareció Nicolas Cage en la pantalla grande, luciendo un inapropiado peluquín, dando a entender, una vez más, lo desafortunadas que eran sus últimas elecciones en cuanto a los proyectos en los que interviene. Me da que alguien debe de despedir a su agente... y no señalo a nadie... ejem...

Nosotros aprovechamos la oscuridad y el desconcierto del resto de espectadores ante el nuevo peinado del sobrino de Francis Ford Coppola, para caminar hacia las escaleras. Saltamos el aviso de prohibido el paso, con una de esas cuerdas rojas atadas a dos varas de metal, como si estuviésemos entrando en el escenario de un crimen (no íbamos tan desencaminados) y subimos las escaleras hacia el segundo piso.

- La última vez que estuve aquí arriba fue en el estreno de "El Rey León".- Confesó Bruno.

- Joder, es verdad. Yo también recuerdo haber visto aquí "Aladdin" ¿y tú Génesis? ¿qué...?

Nos paramos en seco nada más llegar al final de los escalones. Aquel apocalíptico panorama nos confirmó lo que, de oídas, habíamos sabido durante tantos años.

- La leyenda urbana era cierta...- Murmuró nuestra patidifusa amiga nipona.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Carátulas de Reggaeton: Don Omar, Parte 1

Hablando el otro día con Arón, me comentó la simpática conversación vía sms que tuvo con sus amigos Bryto y Dani, acerca de ese cantante de reg... rage... regga... reggaeton, llamado Don Omar. Si no fue el que comenzó tal engendro musical, sí que fue uno de los pioneros. A él le debemos que la gente domine términos como "perreal" y toda esa jerga tan característica. Si hace dos décadas se hablaba de la lambada, como baile prohibido (delirante), ahora es el rag... regg... reggaeton el que ha cogido el testigo. "Porque es como hacer el amor vestido." Repiten los partidarios, y se quedan tan frescos ¿Quieren saber qué es hacer el amor vestido? Vean ESTO, a partir del minuto 05:35 y verán lo que es hacerlo con ropa. Yeah! O, directamente, se alquilan la peli, "Aprende como puedas" (qué título tan apropiado...) y se echan unas risas. ¿Lo positivo de este género musical? Pues que nos ha regalado grandes espectáculos visuales que volverían heterosexual al mismo Boris Izaguirre.

En fin, a lo que iba, mi idea es analizar, ya no la "música" de ese sujeto, (no me veo capaz de resistir el escuchar una de esas melodías endemoniadas, al menos no sin clavarme un cuter en el glóbulo del ojo), sino las (delirantes) carátulas de sus discos. Comencemos pues por la primera, la que le dio fama. Su primer disco, año del apocalipsis: 2003, título: The Last Don. Observemos la carátula. Podemos ver al Don en una actitud que podríamos denominar, sin riesgo a equivocarnos, de bajona ¿Qué es lo que se le pasa por la cabeza en ese momento? ¿Es acaso en referencia al contundente título de su disco? ¿Es él el último Don y por eso está deprimido? Es posible que no se trate de una depre, sino más bien un momento reflexivo. Esta carátula, que habría sido perfecta para su "best of" (en plan "estoy reflexionando en cuanto a mi carrera delictiva en el negocio del genocidio acústico"), la escoge para su primer disco. Con dos cojones. Pero ¿en qué reflexiona? ¿Siente remordimientos por todo el daño que va a hacerle a la humanidad? ¿Está pensando en cómo llevarse al huerto a la ninfómana de su video? ("Hummmmm... ¿la invito al cine y, tras una velada romática, me la tiro en la pista de baile?"). ¿O acaso está pensando en el euribor y su influencia en la economía actual? A juzgar por la tensión de sus trenzas incrustadas, que serían capaz de dejar sin sangre a un búfalo hippy, podemos llegar también a la conclusión de que le duele tanto el cráneo que se ha sentado para evitar así que le de un soponcio. Una carátula elegante, de eso no hay duda, que tiene un innegable toque Scorsese, sobre todo por "Uno de los nuestros". Tal vez por ahí van los tiros, tal vez él quiera ser un mafioso, como ya le pasó a Ray Liotta en esa obra maestra. Y poder decirle a Robert De Niro: "¡Que se maten, que estoy suelta, como gabeteeee!" (insertar voz sensual).
Pero, ojo, esta carátula no es, ni de lejos, su mejor carátula.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Me encanta... los semáforos en verde

Me encanta ese color verde luminoso que nos regala los semáforos de vez en cuando. Es una tonalidad de verde que no se encuentra fácilmente en el entorno urbano. Prueben a buscarlo. Salgan a la calle y traten de vislumbrar un verdoso más puro, más cargado de energía. Cualquier otro color semejante se me antoja sucio, mundano, vulgar... Pero el que propaga los semáforos en uno de sus tres ojos, se me muestra como algo divino, irreal, pero, ante todo, gratificante. Porque la señal de libertad que trasmite es algo que no se suele ver en nuestra sociedad. Vivimos en un mundo colmado de restricciones. No tocar. No fumar. Apagar los móviles. Silencio, por favor. Prohibiciones allí, prohibiciones allá. Por suerte, todas, o casi todas, están más que justificadas. No obstante, se te acumula una sensación de encajonamiento inconsciente que llega a agobiar. La luz verde luminosa que los semáforos nos regala a menudo es un alivio ante tal desolador panorama en el universo de la libre elección. Me encanta incorporarme en un carril sin coches, viendo a muchos amontonados en el otro, parados ante los semáforos en rojo que me voy a encontrar al final. Me encanta porque, muchas veces, antes de que me disponga a frenar, el semáforo se pone en verde y no tengo más que seguir mi camino, como si tal obstáculo no hubiese existido nunca. Me encanta ver como los coches del carril de al lado comienzan a reaccionar en cámara lenta y yo sigo mi camino como si, por un momento, fuese mucho más veloz que el resto de conductores. Otro placer de bolsillo.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Peliculón: El bebé de Mâcon

Esta película hay que verla para creerla. El señor Peter Greenaway, director que me recuerda bastante a Jodorowsky, quizas no tan desatado como el genio chileno, nos ofrece una obra difícil de digerir para el espectador de a pie. Es más, incluso para el cinéfilo más entregado, esta película puede resultar más que chocante ¿Un adjetivo para definirla? Grotesca. Es el primero que me viene a la mente. Hablamos de una historia un tanto retorcida, ya no sólo por su planteamiento, sino por cómo se desarrolla, llegando a dejarnos con la boca abierta en más de una ocasión. ¿A qué cabezas visibles vemos inmersos en este tornado teatral? A Julia Ormond y Ralph Fiennes, que mantienen un tira y afloja bastante curioso y que, una vez más en esta cinta, nos dejará helados en el asiento con cierta escena.

1993, año en el que esta película comenzaría a labrarse su condición de cinta de culto. Y no porque la haya conocido como tal, sino porque tiene todas las papeletas para entrar en esta interesante categoría (Vamos, que no la conoce ni su puta madre y es rara de cojones). Greenaway, lejos de conformarse con haber dado a luz esa deliciosa (nunca mejor dicho) bizarrada llamada "El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante", vuelve a romper esquemas con este relato del que se puede sacar un sin fín de lecturas.

El personaje que introduce la historia ya nos da a entender por dónde iran los tiros (a más de uno les sacará de quicio). ¿El argumento? Bueno, como siempre digo, es interesante no saber más de lo debido. La premisa es la siguiente: en el pueblo de Mâcon, en el siglo XVII, azotado por una epidemia esteril, ocurre un milagro, una mujer vieja y horrenda da a luz un bebé hermoso.

Uno de los puntos más interesantes de esta película es que incluso en su narrativa puede llegar a chocar, ya que no sabes en qué momento estás presenciando una obra de teatro, y en qué momento se habla de la historia intrínseca de la película, llegando a desorientar intencionadamente. El punto de partida puede recordar vagamente a esa incomprendida obra maestra llamada "Hijos de los hombres", no obstante, créanme, nunca han visto una película como "El bebé de Mâcon". Y si la han visto, es porque también está dirigida por Greenaway.

Bizarra como ella sola, con escenas violentas que pueden desprender una belleza sin igual. Me recuerda, en esto último, a la magnífica "Léolo" (que ya comentaré en esta sección), en el sentido de que sabe mostrarno algo grotesco de una forma hermosa. No todo el mundo consigue algo así, señores.

Toda una experiencia cinematográfica. Me encanta.


Bidones en la Sala Teatro, Parte 3 de 6

Hojas secas cayeron, destapando un sueño.

Ocurrió como siempre suele ocurrir, contemplando ante mí una cascada de hojas secas que caía con ligereza, descubriéndome al otro lado una experiencia que nunca llegaré a vivir, una explosión de sensaciones robadas. En ese instante me convertí en ella, una adolescente de mirada ausente que entraba con cierto pesar en una habitación que, a juzgar por la colorista decoración, se encontraba en pleno auge navideño. El pequeño árbol travestido para la ocasión cobijaba unos regalos empaquetados con cándido entusiasmo. Me senté en el sofá más cercano, observando, en una hermosa bola roja que pendía de una de sus ramas, mi rostro demacrado por una tristeza difícilmente descriptible. Una bola de cemento parecía dar vueltas con brusquedad dentro de mi estómago. Entonces, como si de un telefilm de sobremesa se tratase, un hombre canoso entró en tal cuco decorado. Me volví hacia él con asombro, incorporándome rápidamente y lanzándome a sus brazos.

- Te he echado mucho de menos, rosita mía.- Me susurró al oído.

Aquella bola de cemento de mi vientre se diluyó, dando paso a una llama de felicidad que se expandió por cada rincón de mi lánguido cuerpo.

La hojarasca volvió a caer.

Me encontré de nuevo en aquella heladería, con el cuerpo estremecido por el viaje emocional. A mi derecha estaba aún aquella joven, la poseedora de aquel sueño. Bruno pareció darse cuenta de las emotivas lágrimas que yo intentaba reprimir, mientras, Génesis seguía atendiendo el testimonio de la muchacha con mucho empeño.

Me incliné hacia mi colega y le murmuré:

- Tenemos que ayudarla. Debemos que encontrarlo.

¡Este camión parte la pana!


Si les digo la palabra "desierto", les vendrá a la mente imágenes un tanto poéticas, seguramente se pondrán romanticones. Más de uno recordará el clásico "Lawrence de Arabia". Otros pensarán en el descampado que tienen detrás de su casa. A mí, a bote pronto, me viene la imagen de un puteado Clint Eastwood caminando por el desierto en "El bueno, el feo y el malo", o una de las mejores escenas de esa genial comedia llamada "Los tres amigos" (sí, me refiero a la de la cantimplora. Jajajaja). El caso es que, en cuanto a la idea de aparecer en uno de ellos, pues como que no nos mola ya. Ya no nos resulta tan romántico ¿verdad que no? Pues bien, gracias a ese gran blog llamado "Mira y Calla", les presento este magnífico camión para ir por esos lares polvorientos cual bota de texano. En esta galería se puede apreciar lo mucho que se sale. Vas por el desierto, tar cuar, pin pan, con tu refresquito en la nevera, suave, viendo "C.S.I.: Cuenca", así, a tu bola. Me imagino al típico padre americano desayunando tostadas y esas tortas que se comen, junto a sus dos hijos peinados en plan "juventud del PP", al tiempo que dice: "Hey, chicos ¿qué tal si cogemos el camión y nos cruzamos el desierto del Gobi?" "¡Bieeeeen!" Y se montan en el camión con la mami y el perro y se van de excursión. Y tan agusto.


"Remigia, me da que he atropellado un camello..."

jueves, 6 de diciembre de 2007

Inter-rail 04-07: Joselito Café Tapas

Arón nos cuenta:

"En el primer inter-rail que hicimos, en el 2004, tuve la oportunidad de redescubrir Amsterdam con mis colegas. Ya había visitado tal magnífica capital con mis padres unos cuantos años antes y me resultó fascinante. Para nuestro primer viaje de inter-rail teníamos claro que Amsterdam entraba en nuestro recorrido. Así fue. Descubrimos lo variopinta y pintoresca que es esta ciudad, un lugar que nada se parece al resto de ciudades europeas, ya no sóla en cuanto a su arquitectura y a sus canales, sino también en cuanto a la actitud y mentalidad de sus habitantes y el gran cúmulo de frikadas que podías encontrar. "Joselito Café Tapas" es una de estas frikadas. Ubicado en una de las calles comerciales entre la Plaza Dam y la estación de tren, esta cafetería era todo un homenaje al Pequeño Ruiseñor. Ese que, junto a Torrebruno y Ángel Cristo, englosaría la lista de famosos españoles más enanos del mundo. No pudimos más que admirar al responsable de este bar ¿Una cafetería sobre Joselito en Amsterdam? ¿se lo imaginan? Pues no hace falta que lo imaginen, porque EXISTE. Entren en la página oficial para que se terminen de asombrar/partir el culo."




"En la presentación del local en cuestión han puesto: "Joselito, ‘The little boy wonder’ of Spanish cinema, who charmed millions during the 1950’s, first in Spain then across the world, with his cheeky smile, big brown eyes and ‘golden voice’". Jajajajaja. Deberían poner después: "Now he´s tiny and ugly like a dog." Como pueden ver, en la foto en la que salgo con mi amigo Ares, el ponerse ante este bar supone ponerse a cantar. Es así. Inspiración pura y dura."







"Me hizo tanta gracia que, en este verano pasado, en el inter-rail 2007, volví a Amsterdam con Mónica e Iván y les mostré tal obra magna de la restauración. Brutal."


"Camarero, póngame un capuccino... y Pan y Vino"

Viviendo en un cilindro


Muy curiosa resulta esta casa que ha diseñado un tal Luigi Colani. Para lograr reducir más el espacio, ha instalado, en una casa en forma de caja, de base cuadrada, un cilindro enorme en el que se puede encontrar la cocina, el baño y el dormitorio. Tal cilindro rota para que la habitación que elijas pueda dar hacia el ventanal que tiene la habitación principal. Por lo visto el señor Colani diseñó esta casa para jóvenes estudiantes que no requieren de mucho espacio y que se encuentran sacándose una carrera. Vamos, que cumplen sus necesidades básicas y va que tira. Todo con un toque minimalista muy pástico, donde, por lo que se ve, no se conciben las esquinas. Lo cual es una gran ventaja. Recordemos lo mucho que jode incorporarse y darse con la esquina de la puertecita de una estantería, o golpearse la pierna con la esquina de la mesa. Jodido, jodido, señores. Aquí pueden ver más fotos de la casa. No me digan que no es una cucada de casa ¡Ay, qué me la comía toda! ¡Está linda, relinda! En fin, que tiene que tener su gracia vivir ahí dentro. Eso sí, habría que vestirse de Ken o Barbie para no desentonar con el resto del moviliario.



Jugar al "escondite" nunca fue tan aburrido...

Relato corto: La Bruja y la Orquídea

¿Conocen la leyenda rusa de Baba Yaga? Arón me acaba de pasar este enlace a la página oficial de la Bienal Off de este año, celebrada en este pasado Octubre, donde mucha gente con inquietudes artísticas, habitantes de esta isla volcánica, pueden tener la oportunidad de plasmar su arte en las diferentes vertientes. Mi tocayo de recepción ha escrito un relato corto titulado "La bruja y la orquídea". Así comienza:
"En los dos últimos siglos, siete brujas rusas han pisado la volcánica tierra de Lanzarote. Siete criaturas de corazón oscuro, tan malvadas como la mismísima Baba Yaga. Cada una ha marcado, de alguna forma, y sin que la mayoría de los mortales lo supiesen, la Historia de la isla. Este tenebroso relato, pero no por ello exento de cierto romanticismo, viene a aclarar lo que le ocurrió a una de ellas, aquélla cuyas agrietadas venas le hicieron dejar la isla."
Pues ya saben, entren aquí y conozcan a la Abuela Sanguijuela.

Bidones en la Sala Teatro, Parte 2 de 6

Llegamos a la altura de la heladería y Génesis nos hizo frenar en seco.

- Chicos, el plan es el siguiente: entro, hablo con ella y si accede, te doy un toque al móvil, Niebo, y entran.

- Vale, por mí bien.

- Joder ¿y no podían haber quedado en una cafetería?- Se quejó Bruno.

- No, ella me llegó a decir hace tiempo que le gustaban los helados. No sé, cuando se me puso a llorar en plena conversación de chat, lo primero que se me vino a la mente para consolarla fue el invitarla a un helado.

- Ños, es que acabo de comerme un helado.

- Nadie te obliga a comerte otro, Bruno.- Le recordé yo.

- Ya, pero es que un cafetito sí que...

- ¡Vale, ya! Chicos, tengo que entrar. Si de verdad quieren ayudarme, entren cuando de el toque.
Asentimos con la cabeza.

Apenas cinco minutos después, mi móvil comenzó a sonar con la melodía de "Cowboy Bebop" (es la melodía que elegí para Génesis, como ella es japonesa, pues siempre pongo temas de anime como referente a sus números de teléfono. Además, no veas como mola ese temazo). Bruno y yo nos apresuramos a entrar. Tenía curiosidad por saber hasta qué punto se ajustaba la descripción que nos había dado Génesis sobre esa ciberfriend que se había hecho.

- Estos son Niebo y Bruno.- Dijo nuestra fotógrafa favorita, incorporándose al vernos entrar. Los buenos modales nipones siempre estarán ahí, por muy occidental que ella parezca. Lo cual es todo un puntazo.

Entonces la vimos, una joven de piel pálida, contrastando con su pelo negro profundo y un aura de fragilidad propia de las figuras de Lladró. Debía de rondar los 17 años. Nos sentamos y, tras las típicas coñas de Bruno para romper el hielo (algo más que recomendable, sobre todo en una heladería), entramos en el asunto en cuestión. Se ve que la chica no puso impedimento en tratar ese problema que tanto le aturdía.

Yo, llevado por la curiosidad, me concentré y, aprovechando en uno de estos momentos en los que soltó un sollozo, le puse mi mano sobre el hombro. Entonces, la maquinaria onírica brotó repentinamente en mi interior.

Hipótesis futuristas desde 1900


¡Qué frikada! He aquí un blog bastante curioso en el que nos hablan de teorías, inquietudes, opiniones, hipótesis... que tenía la gente por el año 1900 acerca del futuro. Me resulta muy interesante ver qué visión tenían ellos del año 2000. Como pueden ver, podemos deducir que tenían la idea de que los transportes superarían muchas barreras físicas, como la gravedad o los mares. No obstante, y es aquí lo que me resulta un tanto hilarante, según este ilustrados, todos vamos a vestir con la misma ropa que en 1900. Vamos, que hablan de adelantos tecnológicos, pero en cuanto a avances en el mundo de la moda, como que no ¿En qué se parece nuestra década del 2000 a estas ilustraciones? Sí, bueno, tenemos aviones, aunque no tan arcaicos como los muestran. No sé, me gusta este toque naïf acerca del futuro. Aunque, bueno, habría que ver qué opinan los humanos del año 3000 (si es que llegamos, porque con tanto cambio climático y demás movidas apocalípticas...) acerca de películas como "Minority Report", "Matrix" o "Star Wars". Yo sólo espero que, de una vez por todas, se implanten los dichosos coches voladores. Ese falso mito de nuestra era. Porque inventados, seguro que estarán, pero para poblar al planeta con coches voladores (y eléctricos, no con plutonio, como el DeLorean), buenas perras habrán que soltar.


Les animo a que echen un vistazo a ese blog de Paleo-future, tiene muchos artículos muy interesantes y que dan que pensar. Además, me encanta el aroma de estética steampunk que desprenden. Eso me recuerda que tengo que volver a ver esa obra maestra llamada "Steamboy". Such a peliculón!


"¡Recórcholis! ¡Unos rufianes en pleno intento de hurto! No saben que los estoy viendo con esta brillante máquina futurista. Pobres ilusos."

Me encanta... las duchas calientes

Me encanta, en mañanas invernales como las de hoy, salir del agradable atmósfera de unas sábanas retorcidas, almohadas cálidas por mis abrazos y una manta de gran peso, y correr descalzo hacia el baño. Abrir el grifo de la ducha y esperar a que la temperatura del agua supere a la de mi cuerpo, y fundirme con ella. Me encanta enjabonarme y, tras desprenderme de kilos de burbujas, poner el mango de la ducha en el soporte de la pared y situarme debajo de su glorioso engranado de chorros cálidos, centrando su poder sobre mi cuello y mi nuca. Derretirme durante unos instantes, dejando mi mente en blanco. Me encanta cerrar el grifo y abrir las dos cortinas de la ducha, admirando como el humo se adueña de cualquier superficie cristalina, empañándola con dulzura. Me encanta quedarme un rato así, dejando que toda el agua vaya cayendo por riachuelos a través de mi relajada anatomía. Este es mi reino, este es mi momento. Cojo una toalla y comienzo a secarme. Estoy listo para comenzar un nuevo día, como decía Borja Sisante ¡Con energía!

miércoles, 5 de diciembre de 2007

¡La retrotienda! ¡Semos ochenteros!


Gracias a Don Carlos Matallana (gracias, tío, te has pegado el puntazo. Y gracias a Maryssa, claro), he tenido la oportunidad de retroceder en el tiempo. Mis zapatos de recepcionista se convirtieron en playeras blancas con cierre de velcro durante un instante. Hablo, concretamente, de esa época en la que se forjó, cual espada de Conan, la leyenda de que para solucionar algo, sólo bastaba con soplar. Sí, así de fácil. Si se te gastaban las pilas del mando, las sacabas, soplabas en el compartimento, y las volvías a poner. Si se trababa el Game Boy, sacabas la cinta del juego, soplabas en la apertura y todo solucionado. Ojalá fuese todo así de fácil. Más de una vez hubiese deseado levantar el capó del coche, soplar sobre el motor y que solucionara una avería cara. O cuando se me mete un virus en el ordenata. Lo suyo sería apagarlo, soplar por detrás de la torre y listo.

El caso es que, un poco para recordar esa época, tenemos esta magnífica página llamada La Retrotienda, donde encontrarás auténticas joyas, tales como juegos del spectrum o juguetes de Micromachine. En su sección de ebay puedes adquirir estos objetos congelados en el tiempo, abrazar una megadrive y llorar como un niño de tres años. Seguro que aún huelen a polvo ochentero.




martes, 4 de diciembre de 2007

Croquetas bajo el mar

Todos conocemos a Paris Hilton y sus aventuras y desventuras sexuales, alcohólicas y (parece mentira decirlo) carcelarias. Es más, la gran mayoría sabemos que su papi tiene tanta pasta como violines invisibles tiene Tamariz, vamos, una barbaridad. Pues bien, ahora lo novedoso es que dicho papi (que se podría forrar la mansión con billetes de 500 euros), mejor dicho, la cadena hotelera de dicho papi posee un restaurante único. Está ubicado bajo el agua, en las Maldivas. Como lo oyen, bajo el agua. Es decir, te puedes pedir unas croquetas de "bacalados" mientras ves unos caballitos de mar al otro lado del cristal. Puedes verle la panza de una manta desde abajo, en plan pece-fílico guarrete. Este maravilloso restaurante es propiedad del Hilton Maldives Resort and Spa (¡Toma ya!). Pues ya saben, para todas esas personas que van a los acuarios, y cuando nadie se da cuenta, sacan el bocadillo de mortadela envuelto en papel albal, decirles que ya no tienen que disimular. Pueden admirar sardinas vivitas y coleando, mientras se comen otras sardinitas, pero asadas ¡Cuánta ironía! Vaya, a lo tonto, a lo tonto, he metido un artículo nombrando a Paris Hilton, Tamariz y los bocadillos de mortadela. Siempre innovando.



"Mira, Borja, un pescao."

"Siempre he admirado tu gran nivel cultural, Mary Nieves."

lunes, 3 de diciembre de 2007

Mmm-Mmmmm, bitch!


Voy por la calle, pensando en las musarañas, cuando de pronto, sin previo aviso, se me cruza por la mente la imagen de Dave Chapelle derrumbando a Godzilla y gritando eso de "Yeah!... I´m from the streets, Bitch!" y suelto una carcajada, haciendo que la mujer que pasa a mi lado me mire con cara rara. Entro en el supermercado, cojo una cesta roja y camino por los pasillos asediados por altas estanterías. Entonces se materializa en mi cerebro a Joaquin Reyes vestido de Madonna (uno de los top ten testimonios chanantes, sin lugar a dudas) y diciendo, al tiempo que sostiene el libro de "Sex", eso de "Este no pierde el viaje, este no pierde el viaje." Vuelvo a reirme, llegando a atragantarme durante unos segundos. Hago un repaso mental a las miles de joyas que dice en ese Testimonio y reprimo una muerte de risa asegurada. Poco después de pagar en caja, salgo con las bolsas de plastico cargadas. Un paso antes de salir a la calle, la antológica voz de Loulogio resuena en mi cabeza, con frases del tipo de "Hemos pintado dos visagras falsas con un retulador negro, y una cerradura que es más falsa que la gira de Milli Vanilli" o "Parece que el Manitas tiene unos gramillos". La risotada resuena en el recinto, por lo que me apresuro a abandonar el lugar. ¡Viva "Art Attax"! Vacío la compra en la mesa de la cocina y comienzo a colocarla en la nevera. Me siento orgulloso, ya que casi todo lo que he comprado es comida sana, salvo algún que otro dulce para mis hermanas. Murmuro, sin apenas darme cuenta, una frase del gran Quinto Elemento Diego: "Pero lo primero, los gordos no tienen polla, eso para empezar". Eso me hace recordar "La batalla de lerdos" y me vuelvo a ahogar en un mar de risas.

Las estrellas no siempre brillaron

Hay que empezar a dismitificar un poco a esas estrellas que pueblan tantas y tantas revistas caposas del corazón. Gente que, en su momento podían pasar inadvertidas en la parada de la guagua, ahora van en limosina y los fans más locos acampan ante los hoteles donde se hospedan, con la idea de verlos salir de la puerta giratoria y ponerse a gritar como energúmeno/as. La fama es lo que tiene. Pero conviene recordar que estamos hablando de personas de carne y hueso. Por mucho que podamos admirar las melodías de Madonna, seguro que ella también mira para otro lado con disimulo si se le escapa un gas (in)noble en un ascensor lleno de gente. Brad Pitt también eructará si se toma un generoso vaso de clipper. Es lo que hay. Por eso, a la hora de humanizar a estos iconos, les dejo esta graciosa galería de fotos, lo que nos hace ver cuánto personaje suelto hay por la alfombra roja. Eso me hace pensar... Si miro en las orlas de mi colegio, instituto y universidad, debo fijarme en que a lo mejor aquella compañera de clase fea, con gafas de culo de bottle, acné repartido de forma despiadada, ese ¿cómo decirlo? ser poco agraciado, puede acabar siendo la cantante más cotizada ¡Qué cosas! No se sabe las vueltas que da la vida, amigos.

Sólo hace falta disfrutar de este curioso video en el que podemos ver a tantos artistas antes de pasar a ser intocables. Ricky Martin es uno de los más delirantes. Es verlo y caerme al piso de la risa. La aparición de Van Damme tampoco tiene precio, aunque él sigue en la misma línea (qué rey! jajajaja). Celine Dion está para tirarla en plancha al plató de "Cambio radical". Ups, hemos llegado tarde, eso me da que ya lo ha hecho.


Esta galería no deja títere con cabeza, tampoco ¡Qué risas, señores!


Me pregunto cómo debe de sentirse las mujeres (si las hay) que habrán rechazado a los que actualmente son los hombres más deseados del mundo. Jessica Alba también pudo haber pasado desapercibida en su clase del colegio (lo dudo), y ahora muchos hombres matarían por tener una cita con ella al viejo estilo conejero. Ya saben, llevarla al Cuco y pedir dos pepitos con queso y dos "pesicola", y luego llevársela en coche a alguna rotonda perdida a las 3 de la madrugada. Ya saben, algo romántico. Luego estarán también los que seguramente habrán cambiado de acera cuando veían a un joven Samuel L. Jackson caminando por la calle. Y seguro que son los mismos que ahora matarían por sacarse una foto con ese gran crack y beberse una de las cervezas con su nombre (MmmMmmmmm... Bitch!). Es por ello que aconsejo a todas las mujeres atractivas del mundo que se lo piensen a la hora de rechazarme. Nunca se sabe, a lo mejor el día de mañana encabezo la lista de recepcionistas más sexis del mundo, como ya le pasó a mi colega Arón, jajajajaja. No es por nada, pero no quiero que alguna se lleve un chasco cuando me vea con la sonrisa-profident en el "Times".



No, no es el de "Aquellos maravillosos años", aquel era Milhouse.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Inter-rail 06: Cojeando por Plitvice

Arón nos cuenta:

"Plitvice es un lugar fascinante. Nos pasamos unas cuantas horas maravillados, caminando por aquellos caminos de tablones de madera, serpenteando entre piscinas naturales de agua cristalina, cascadas que surgían de los rincones más inesperados, amistosos árboles que dosificaban las inesperadas instantaneas, patos que luchaban sin tregua por la miga de pan de turno que había lanzado algun turista de mofletes sonrojados, sin duda es un paraje sin igual. Fue una de las más espectaculares visitas que tuvimos en el inter-rail 2006. Ir a Croacia y no pasar por Plitvice debería de ser denunciable. Recuerdo que, cuando nos quedaba menos de mitad de trayecto, mis dedos cedieron ante las rozaduras del calzado y me costó mucho caminar. De hecho estuve un buen rato cojeando, y en una parada para comer, me vendé los dedos con servilletas. Cuento esto porque, a pesar del dolor, no pude cerrar la boca del asombro ante aquellos acantilados, cascadas, lagos cristalinos... Podría haber seguido caminando, mejor dicho, cojeando, por esos caminos durante horas. Espero volver pronto. I LOVE PLITVICE"




¡Rayos y centellas!


Génesis me ha pasado estas IMPRESIONANTES fotos de rayos.

"Niebo, mira estas fotos que he encontrado. Me flipan! Ojalá algún día pueda capturar alguna instantánea parecida. El próximo día que se avecine tormenta, no quiero más excusas, te pasas por mi casa y nos comemos unas pipas en mi tejado, mientras esperamos un buen rayo."

A mí lo que más me asombra de este fenómeno natural es el contraste entre su efecto devastador y su fugacidad. Aparece y desaparece en cuestión de segundos, pero sus impactos causan estragos. No es como ir al dentista, que causan estragos lentamente.




Bidones en la Sala Teatro, Parte 1 de 6


Ayer me pasó algo bastante curioso. Fue uno de mis días libres y, tras ir a comprar un libro para mi hermanita Vera, me di un paseo por la avenida de la playa El Reducto junto a mi amigo Bruno. Ambos estábamos degustando dos helados de generoso sabor afrutado, mientras el sol de un sábado irreal (dentro de los parámetros de un recién llegado diciembre) nos acariciaba las coronillas. El rumor de tímidas olas llegaba a mi oído izquierdo, mientras por mi derecho aterrizaba lo que Bruno me estaba contando:

- ...Y entonces le dije "Eh, espera un momento, tío ¿dónde crees que vas a meter ese consolador de treinta centímetros?" y se me quedó mirando en plan ¿sabes? en plan "yo lo flipo". Oh, como si yo todos los días, cada mañana, me estuviese metiendo una bate de baseball por el culo ¿me entiendes?

- Desde luego, tus viernes por la noche nunca son aburridos ¿verdad?

Entonces vimos a una figura, a cierta distancia, corriendo en nuestra dirección. Vestida con una de sus pintorescas camisas negras con dibujos de gatos de color magenta, pantalones negros y uno de sus bolsos de lolita gótica. Me paré y le di con el codo a Bruno.

- Tío ¿esa no es Génesis?

- ¿Te refieres a esa japonesa loca que corre en plan kamikaze hacia nosotros?

Se paró ante nosotros, inclinándose hacia delante y reposando sus manos sobre las rodillas, en una danza incómoda de respiración entrecortada. Tardó medio minuto en poder articular palabra.

- Joder, no saben la movida que me ha pasado.

Peliculón: Hard Candy

He aquí un peliculón como una casa. La ganadora del Festival de cine fantástico de Sitges, de la edición 2005. Una película rodada en 18 días, que nos muestra un duelo sin cuartel entre dos personas, centrado, prácticamente en un solo escenario, con un guión inteligente que va desvelándonos fragmentos de información en los momentos justos. Eso me hace recordar películas dispares, como la magistral "La Huella" (de la cual Keneth Brannagh ha hecho un remake para este 2007, con excelentes resultados, según nos cuenta Red Stovall) o la española "Palabras encadenadas", película infravalorada injustamente y aún a descubrir.

Hard Candy cuenta como director a David Slade, que en estos momentos está inmerso en la promoción de la que, parece ser, muy sangrienta "30 días de noche". Película que, por cierto, no pienso perderme ni loco. Arón me tiene que pasar aún los comics en los que se basa.

Volviendo a la joya que ahora nos ocupa, "Hard Candy" cuenta con dos interpretaciones superiores a la media, la de Patrick Wilson y, sobre todo, la de Ellen Page, una joven que, para ese momento contaba 18 años, pero aparentando prefectamente unos 14 con facilidad, deja boquiabierto a todo espectador con su interpretación perfecta de Hayley Stark, un personaje sumamente fascinante y que no dejará indiferente a nadie.

¿El argumento? Bueno, es una de estas películas que es mejor ver sin saber poco de su historia. Parte de la siguiente premisa: Un hombre adulto y una adolescente, tras un tiempo de amistad cibernética por chats, deciden quedar una tarde y conocerse cara a cara.

Ahí lo dejo. Alquílenla, cómprenla, descárguenla, pídansela al amigo friki que todos tenemos. No se van a arrepentir. Un thriller psicológico que cuenta con una fotografía excelente, unos actores en estado de gracia (Ellen Page, una joven promesa que debemos de seguir. "Juno", su próxima película en estrenarse, está teniendo muy buenas críticas y ya se le compara con la magnífica "Pequeña Miss Sunshine") y unos cuantos giros de guión bastante logrados

¡No se la pierdan!

sábado, 1 de diciembre de 2007

Niños del mundo y sus contrastes

Por una parte echemos un vistazo a una página web en la que hablan de un servicio bastante curioso: si tu hijo te hace un dibujo, te lo da (mientras dice "pá tí, mami") y tú te emocionas, puedes hacer tres cosas. 1) guardarlo en una carpetita para que, años después, el niño, ya hombre, pueda recordar cuán inocente fue años atras y decir eso de "Joder, qué bien vivía yo siendo niño, leñe" (quemao porque tiene que pagar una hipoteca). 2) Quemar el dibujo, lo que demostraría las tendencias psicopáticas o, simplemente, hijopujísticas de la madre. O bien la tercera opción: enviar el dibujo a esta joyería y que hagan una réplica en joya. ¿A qué es una cucada?




Por otra parte, podemos asombrarnos con los dibujos de estos niños de Afganistán. Ya, en dibujos infantiles, su tratamiento, su contenido, su forma de uso... podemos apreciar las diferencias sociales abismales entre países del mismo planeta. Curioso. Y triste, muy triste.




Reflexionemos al respecto.