sábado, 9 de febrero de 2008

Cómic: La memoria en los bolsillos


Leer "La memoria en los bolsillos" es equivalente a sumergirte en un drama social con el claro aroma de la Francia actual, un país empapado en mestizaje y que aún conservan (como tantos otros países) miradas de desconfianza entre etnias y religiones. De eso nos habla este maravilloso comic. De eso y de mucho más, porque Luc Brunschwig no se para a aleccionar en cuanto al combate de clases, de razas, sino que nos hace partícipe de ese grupo de personas en el bar, oyentes de la triste historia que nos relata su protagonista, el pobre Sidonie. Una historia plagada de matices, que nos muestra madres superprotectoras, el amor más allá de las apariencias, los traumas de las guerras, las relaciones entre padres e hijos, las injusticias sociales... "La memoria en los bolsillos" supone un abanico de temas de diversa índole, un guión complejo, profundo, humano, y no por ello confuso, pretencioso o saturado. Todo esto es mérito del ya mencionado Brunschwig, no obstante, el dibujo de Étienne Le Roux y su uso del color, hace que este comic se eleve a un nivel muy alto. Una auténtica maravilla. Una combinación magnífica entre rostros caricaturizados y entornos decididamente detallistas.

¿El argumento? Va sobre Sidonie, un pobre viejo que busca, con desespero, alimento para el bebé que lleva en sus brazos. Se acerca a un bar, esperando que una madre, que da de comer a su niño, tenga la bondad de hacer lo mismo con el bebé que él porta. Extrañados, los clientes del bar lo interrogan para saber de quién es ese pequeño. Sidonie, haciendo uso de su desgastada memoria, y apoyándose en pedazitos de papel donde ha apuntado cosas importantes, nos va relatando su historia.

Por ahora ha salido el primer volumen. Es una recomendación magnífica para todo aquel que quiera adentrarse en el fabuloso universo del cómic. Sobre todo para aquellos que piensan que dicho universo se limita al de superhéroes. El toque cinematográfico que tiene la historia, hace que también sea ideal para amantes del séptimo arte. ¡Qué cojones! Este cómic es ideal para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. Estoy ansioso por leer su continuación.