
Luego, en el otro extremo, encontramos varios ejemplos de como el ingenio humano puede utilizarse para fines bastante rastreros: las torturas. Es un tema que siempre me ha resultado fascinante; el aplicar parte de tu tiempo en diseñar objetos de metal o madera para intensificar el dolor hasta lo insoportable, me resulta escalofriante. Y recordemos que muchos de estos objetos provinen de La Inquisición, institución diabólica que tenía la cara de usar estos métodos escabrosos en nombre de Dios y la misericordia. Hay que tenerlos muy grandes...
Dos ejemplos opuestos de cómo se puede hacer uso de una misma herramienta, el intelecto humano, para llegar a un fin infringiendo el máximo dolor, o el mínimo. Think about it.

Conozco gente que podría dormir la siesta en una silla así.
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