miércoles, 2 de enero de 2008

Me encanta... comenzar un nuevo año

Me encanta comenzar un nuevo año. Es equiparable a la sensación que tengo con respecto a los lunes, sólo que multiplicado, en concreto, por 54. Es un nuevo día, un nuevo amanecer, un borrón y cuenta nueva. A pesar de que, físicamente, es un día igual a otro, en esencia, en sentimientos, en sensaciones, en materia de reflexiones, el paso del 31 de diciembre al 1 de enero supone un punto de inflexión claro. Me encanta esa sensación que me embriaga, esa que me dice: "Has dejado atrás todos los tropiezos del 2007, todos los fallos, las meteduras de pata, los errores estúpidos, las palabras que nunca debiste decir, los verbos que nunca debiste conjugar... todo eso queda atrás. Ahora tienes ante ti un año en blanco, debes escribirlo con tu mejor actitud, rellenarlo con metas ambiciosas. Ahora es el futuro." Me encanta. Ya no volveré a tropezar con esas piedras del 2007. Ahora no haré caso a la gente que no lo merece, concentraré mis esfuerzos en los que sí lo valen. Son 365 días vírgenes, expectantes. Sé qué caminos quiero tomar y lucharé por todos esos objetivos que voy a plantearme. Me encanta saber que siempre habrá senderos que me sorprenderán, momentos que nunca esperé, giros deliciosos y asombrosos. La incertidumbre del mañana me enamora. Me encanta cumplir un año más.

1 comentario:

aronandrey dijo...

Creo que solo tenemos que hacer caso de aquellos nuestros verdaderos amigos,siemore digo que si te mueres sin haber hecho amigos es que no habrás vivido.

Que tengas un buen año que aunque haya piedras en tu camino,sepas serpentearlas para llegar a la cima de tu meta
Un besazo

Juana Mary