martes, 8 de enero de 2008

Pancho y Javi: baile demencial

No hay mejor forma de empezar el año que disfrutando de una de las coreografías más delirantes realizadas por un ser humano. Para ello, y a modo de introducción de estos dos elementos, tendríamos que visualizar la serie “El Comisario”. En esta serie aparece un secundario, Charlie, uno de los policías bajo el mando de Tito Valverde, que es interpretado por Juanjo Artero. Este actor conoce el mundo de la televisión como la palma de su mano, puesto que, cuando era un teen setentero, fue uno de los protagonistas de una de las series más famosas a nivel nacional: “Verano azul”. En inglés se diría “Blue Summer”, título perfecto para una canción de Aqua o de Ace of Base, vaya.

¿Recuerdan esta serie? Claro que sí ¿Cómo iban a olvidarla? Da igual si has nacido en los 70, 80 o 90, porque nadie ha escapado del sinfín de reposiciones televisivas de esta serie ¿Personaje emblemático? El señor Chanquete, un revolucionario en toda regla. No sé a qué espera la peña para hacer camisas y banderas al estilo Che Guevara con su rostro barbudo. Todos recordamos esa sintonía, ese final trágico, esos largos paseos en bicicleta... Ossss, me voy a poner nostálgico y tal.

Pues bien, el señor Artero, que interpretaba a Javi, el guaperas del grupo, tuvo el magnífico privilegio de formar parte de un duo sin igual. Junto a su compañero Pancho, otro personaje de la serie, formaron una versión teen de Los Pecos. Ya estamos hablando de una época en la que comenzaba la gente a ponerse gatos acostados en la cabeza y a llevar hombreras de metro y medio.

Pancho y Javi, un grupazo que he tenido el placer de descubrir hace poco con este magnífico video ¿Y qué tienen de especial? La coreografía. El baile de Javi (el de verde, para más señas) es un conjunto de movimientos irónicamente estáticos, una danza que deja el baile del robot a la altura del betún, una combinación casi letal de sacudidas similares a las de un mono sometido a unas descargas eléctricas. Es difícil de describir el desasosiego que me produjo el ver ese baile. Es como si se palpase algo maléfico en él. Además de que no podía concebir a ningún ser vivo capaz de reproducir tal osadía física. (Atención, comentario ultrafriki): Ni siquiera Mónica, de “Heroes”, podría repetir esa cadena inhumana de gestos. Es innegable la presencia de alguna barra de acero, o de cualquier otro metal, introducida en el recto de Javi, haciendo que sea incapaz de mover la espalda en ninguna dirección. No tengo palabras. Por favor, véanlo ustedes mismos. Yo, por lo pronto voy a intentar colocarme la mandíbula, puesto que se me desencajó de lo que me reí.
Por cierto, escuchar la letra de la canción ya es otro cúmulo de carcajadas asegurado. Qué pedazo de filosofía amistosa nos regala este par de artistazos. Madre mía. Y atención a los caretazos de los niños, conejillas de indias que presenciaban aquel espectáculo completamente sobrecogidos. Pobrecillos.

¡Arriba Pancho y Javi! ¿Para cuándo un regreso triunfal en los escenarios? Por favor, Artero, deja tu pistola y tu placa y vuelve a deleitarnos con una de esas danzas que desafían las leyes de la física.


Nunca bailar fue tan gracioso.

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